Anoche finalizó la emisión de la
primera temporada de Broadchurch en Antena3. Esta serie de suspense británica
nos muestra cómo la muerte de un niño de 11 años en extrañas circunstancias y
su posterior investigación pueden afectar a prácticamente todos los miembros de
un pequeño pueblo costero. El drama en el que se profundiza no es tanto el
asesinato en sí, sino los efectos sobre familiares y amigos de una desgracia de
este calibre. La desconfianza, las dudas y los secretos que todos temen que
salgan a la luz a raíz del terrible suceso.
La única cara conocida (aparte de
las de Walder Frey y Gusano Gris de GOT, como meros secundarios) es la de DavidTennant en el papel del inspector encargado del caso. Un recién llegado a la
tranquila Broadchurch, que se trasladó a esta comisaría intentando alejarse del
escándalo púbico producido a raíz de su último caso. Es un personaje sin duda
torturado cuyo carácter choca con el de su compañera, una inspectora residente
en el pueblo de toda la vida, madre de familia y emocionalmente conectada con
el caso por su amistad con la familia del fallecido. La relación entre los dos
detectives, a pesar de todas sus diferencias, es también uno de los hilos conductores de la trama.
La muerte de Danny Lattimer causa
un efecto imborrable en el pueblo, creando una herida que no parece fácil de
cerrar. No sólo se exploran los efectos que la pena y el duelo provocados por
un suceso violento pueden producir en una comunidad pequeña; sino también las
graves repercusiones que puede tener una excesiva cobertura mediática en mitad
de una investigación criminal, y por supuesto cómo una desgracia así puede
afectar a una familia media, debilitando incluso las relaciones entre los
miembros supervivientes.
La serie no está mal y se sale algo de lo corriente por el enfoque “humano” que intentan darle al asesinato, centrándose en sentimientos y emociones más que en hechos. Hay momentos en que llegas a desconfiar de todo el mundo, porque todos tienen algo que ocultar que les hace comportarse de manera sospechosa para el espectador. Te vuelves paranoico, como los habitantes del pueblo, y eso ya es un logro. Aparte de eso, los paisajes de las costas de Dorset son realmente una maravilla, lo cual da para mucho plano poético a cámara lenta, en contraste con la pesadilla que están viviendo sus protagonistas.
En un principio la serie estaba concebida
para ser autoconclusiva, pero dado el inesperado éxito de crítica y audiencia
(ha promediado nueve millones de espectadores a lo largo de sus ocho capítulos)
habrá segunda temporada. De momento lo único que se conoce sobre la trama es
que no se contará un nuevo caso, sino que se seguirán explorando las consecuencias del asesinato del pequeño de los Lattimer,
y aún no se sabe tampoco cuántos actores repetirán. Además, como ya os comenté en
mi anterior post, se estrena este mes el remake americano, Gracepoint, que
también cuenta con David Tennant como protagonista. Otro día me dedicaré a
hablaros de por qué me parece una pérdida de tiempo hacer versiones americanas
de series inglesas, cuando están incluso en su mismo idioma…pero de momento os
invito a investigar esta nueva faceta del Doctor british por excelencia ;)
Nota IMDb: 8’4
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